Fiesta de la música en París 2024
El 21 de junio es la fecha en la que se celebra la fiesta de la música en París (fête de la musique, en francés). Se ha establecido en un día concreto y simbólico, coincidiendo con el solsticio de verano. La noche más corta del año que marca el comienzo del verano y la llegada de los días de sol y calor al ritmo de la mejor música.
La fiesta de la música de París se celebra desde el año 1982 y es una de las más populares y multitudinarias de la capital francesa. Cada año las calles se inundan de música, dando así voz tanto a artistas profesionales como a aquellos artistas aficionados con ganas de dar lo mejor de sí mismos. Y es que, este gran evento está abierto a todos los músicos, ofreciendo así una amplia y diversa oferta musical, con diferentes géneros musicales y donde la espontaneidad es bien recibida. Una fiesta que favorece la visibilidad y el acceso a las prácticas artísticas y culturales, demostrando cada año su capacidad para evolucionar. Desde las músicas tradicionales hasta las nuevas tendencias.
Son decenas, incluso cientos, los eventos gratuitos programados que se celebran en tan solo una noche. En París se instalan escenarios por toda la ciudad, donde destacan los grandes espacios abiertos como los jardines de Tullerías y la explanada del museo del Louvre, los jardines de Luxemburgo o los paseos por las orillas del río Sena de París. Pero además de celebrarse en estos importantes lugares, la fiesta llega a todos los rincones de la ciudad y son muchas las organizaciones y lugares que organizan sus propios conciertos: La Confederación Musical de Francia, las escuelas de música, los conservatorios de música, las instituciones musicales, las radios, las televisiones, las asociaciones locales, los museos de París, los hospitales, las salas de conciertos, los cafés, las empresas públicas y privadas, etc. La energía aportada por todos ellos, que cada año se movilizan y hacen un gran esfuerzo, hace que esta noche sea una de las más especiales.
Esta fiesta no es solo para los más jóvenes y fiesteros, sino que está dirigida a todos los públicos y precisamente busca familiarizar a jóvenes y mayores con los diferentes tipos de expresiones musicales. Si estás en París el 21 de junio, no lo dudes. Ponte calzado cómodo y sal a disfrutar de este acontecimiento festivo, popular y espontáneo donde la música te hará vibrar.
Expansión por el mundo
La fiesta de la música se fundó en Francia en el año 1982. Y aunque en este post nos centremos en cómo se celebra en París, no podemos olvidarnos de que la fiesta también se extiende a pequeños municipios rurales y a pequeñas, medianas y grandes ciudades de todo Francia.
La fiesta de la música comenzó a exportarse en 1985, tres años después de su fundación, con motivo del Año Europeo de la Música. Se desarrolla en el marco de una carta, «La Fiesta Europea de la Música», firmada en Budapest en 1997, que está abierta a todos aquellos que deseen participar. Los principios de dicha carta se aplican actualmente a todos los países del mundo que quieran asociarse a la fiesta de la música.
El éxito internacional del evento ha sido espectacular, con una gran acogida internacional. Un fenómeno que en pocos años ha conseguido expandirse por todo el mundo y que se celebra ya en los cinco continentes. Se ha convertido en un acontecimiento nacional en muchos países y en grandes metrópolis como Nueva York, Berlín o Ciudad de México. En el año 2017, más de 120 países celebraron el Día de la Música.
Aunque la fiesta haya sido adaptada a la cultura y costumbres de cada lugar, la fiesta ha conseguido reinventarse y convertirse en una manifestación musical emblemática allá donde se celebra. Con un objetivo común en todos los rincones del planeta: Disfrutar de la noche más corta del año para que la música invada las calles de pueblos y ciudades. Conciertos gratuitos donde los artistas musicales, más y menos conocidos, son los grandes protagonistas.
El origen de su éxito
En octubre de 1981, Jack Lang, ministro de Cultura, nombró a Maurice Fleuret director de música y danza. Sus reflexiones sentaron las bases de una nueva concepción: "¡La música estará en todas partes y el concierto en ninguna parte!». Una frase que evoca un cambio a que todas las músicas se reúnan sin jerarquía de género ni de origen.
Por otro lado, en 1982 el Ministerio de Cultura hizo una encuesta sobre las prácticas culturales de los franceses y el resultado fue el siguiente: 5 millones de franceses tocan un instrumento. Sin embargo, se dan cuenta de que las actividades musicales organizadas eran minoritarias. Por ello, el equipo formado por Jack Lang, Maurice Fleuret y otros miembros de su gabinete concluyeron que la práctica musical estaba aún por descubrir y que era necesario darle un impulso. Fue entonces cuando imaginaron una gran manifestación popular donde los músicos pudieran expresarse y darse a conocer. Así surgió la primera fiesta de la música el 21 de junio de 1982, día simbólico del solsticio de verano, el más largo del año. Una fiesta gratuita que querían estuviera abierta a todas las músicas y a todos los franceses.
La fiesta se organizó en poco tiempo. Se colocaron carteles y se informó a los principales miembros de la vida política, social y musical de Francia. Todo ello sin saber si tendría éxito o no. Sin embargo, el resultado superó todas las expectativas. Los músicos llenaron las calles, plazas, jardines, estaciones, etc. y miles de personas disfrutaron de los miles de iniciativas que se celebraron en toda Francia.
La gratuidad de los conciertos, el apoyo de las diferentes asociaciones, empresas, medios de comunicación, etc. y la adhesión cada vez más amplia de la población han hecho que, en cuestión de pocos años, la fiesta de la música se convirtiera en una de las mayores manifestaciones culturales francesas que se mantiene hoy día.