Actualmente París cuenta con dos óperas: La Ópera Garnier y la Ópera de la Bastilla. La más famosa de las dos, y de la que te vamos a hablar en esta página, es la Ópera Garnier. Esta fue la primera de las dos en construirse y destaca por su inmensidad y majestuosidad, con una arquitectura y belleza interior únicas.
Ópera Garnier de París
Entradas y visitas guiadas
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Descubre durante tu visita la belleza del interior de la Ópera Garnier de París. Su arquitectura y su detallada decoración llena de lujos te sorprenderán. Destaca especialmente la Gran Escalera de la Ópera Garnier de París, el auditorio, así como los vestíbulos (incluido el Grand Foyer).
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Historia y datos de interés
El origen de la Ópera Garnier remonta al siglo XIX, durante el imperio de Napoleón III, y su construcción se debe a un atentado, tal y como te contamos a continuación.
El emperador Napoleón III solía asistir a la ópera en el teatro de la calle “Le Peletier” de París. El 14 de enero de 1858, Napoleón III se dirigía hacia este teatro para asistir a una representación cuando unos individuos lanzaron tres bombas sobre su carruaje imperial. A pesar de las explosiones, y que hubo varios fallecidos y heridos, el emperador salió ileso del atentado que sufrió. Tras este suceso, al día siguiente Napoléon III ordenó construir una nueva ópera en una zona más abierta de la ciudad donde fuera más complicado poder provocar un atentado. Como consecuencia de ello, se lanzó un concurso de arquitectura para diseñar la nueva ópera. El arquitecto que resultó ganador, y que finalmente diseñó la ópera que conocemos en la actualidad, fue Charles Garnier.
La construcción del edificio fue una aventura larga y tediosa. En aquel momento París se encontraba en plena transformación y el funcionario y político Georges-Eugène Haussman lideraba la renovación urbanística de París, dorándola de grandes avenidas y edificios altos (para la época). Sin embargo, el arquitecto Charles Garnier quería que, alrededor de la ópera, en lugar de haber edificios altos, hubiese jardines para poder admirar el imponente edificio. Y aunque el arquitecto intentó varias veces “pelear” con el urbanista Haussman para poder cambiar el entorno de la ópera a una zona más verde, todo su esfuerzo cayó en vano. Fue entonces cuando Charles Garnier decidió cambiar el diseño de la última planta del edificio de la ópera para que resaltara frente a los edificios que le rodean.
Además de ese cambio en el diseño del edificio, durante la obra la constructora tuvo que enfrentarse a varios problemas con las cimentaciones, el presupuesto y la planificación. Pero sin duda el mayor problema surgido durante la obra fue la guerra franco-prusiana del año 1870. Esta guerra acabó con el imperio de Napoleón III, dando comienzo a la Tercera República Francesa, y paralizó la construcción de la ópera. En el año 1873, con la guerra ya terminada y la construcción de la nueva ópera paralizada, la única ópera en funcionamiento que había en París seguía siendo la del teatro de la calle “Le Peletier” que hemos comentado anteriormente. Sin embargo, ese mismo año 1873 sufrió un incendio y terminó totalmente destruida. En consecuencia, y ante la necesidad de una ópera en París, se decidió retomar la construcción de la nueva ópera, que finalmente fue inaugurada en 1875. Oficialmente se llamó Ópera de París durante más de un siglo, concretamente hasta el año 1989. Ese año se inauguró la Ópera de la Bastilla, pasando a haber dos óperas en la capital francesa, por lo que el nombre se cambió a Ópera Garnier, en honor a su arquitecto. Que es precisamente como se llama esta ópera de París en la actualidad.
La Ópera Garnier de París tiene muchas características que la hacen excepcional:
- La rotonda del emperador (Rotonde de l’empereur): En la ópera se llama rotonda a un vestíbulo. En el caso concreto de la rotonda del emperador, esta estaba conectada con el exterior mediante una rampa. Se diseñó de esta manera ya que estaba previsto que el carro del emperador Napoleón III pudiese llegar con total seguridad y de forma directa hasta su vestíbulo. Sin embargo, él nunca llegó a usar esa rotonda ya que fue derrotado antes de la inauguración de la Ópera Garnier. La rotonda del emperador fue transformada en biblioteca.
- La rotonda de los abonados (Rotonde des abonnés): Este vestíbulo era un acceso exclusivo para los socios, de tal forma que accedían a la ópera a través de una zona diferente al resto de espectadores. Se trata de una amplia sala circular rodeada de columnas y con el suelo decorado con mosaicos.
- Bajo el escenario de la Ópera Garnier de París hay un depósito con 3.700 m3 (o toneladas) de agua, con unas dimensiones de: Ancho 25 m, largo 50 m y alto 3 m. Es algo que no estaba previsto inicialmente pero que se consideró necesario debido al terreno fangoso del lugar y el alto nivel freático de las aguas subterráneas. Este depósito conseguía aliviar la presión y el deterioro de las paredes del sótano como consecuencia de las aguas subterráneas. Este curioso lago artificial bajo la Ópera Garnier de París sirve actualmente para la formación de los bomberos de París y no está permitido el acceso para turistas. Aunque hubo una época en la que llegó a haber peces en el interior del depósito, la filtración de desinfectante en el interior del depósito (debido a una serie de actuaciones en las que se utilizó este producto) causó la muerte de todos ellos. El agua de este depósito se cambia una vez cada 10 años.
Curiosidades
- ¿Conoces la novela gótica de El fantasma de la ópera (Le Fantôme de l'Opéra)? Escrita por Gastón Leroux en 1910, ha sido adaptada al cine y al teatro en numerosas ocasiones. La historia de esta obra trata sobre un ser misterioso que aterroriza la Ópera Garnier de París para llamar la atención de una joven vocalista de la que está enamorado.
- La Ópera Garnier sigue siendo un lugar de misterio y leyenda, donde muchas personas aseguran haber presenciado raros fenómenos.
- La avenida de la Ópera se creó específicamente con el objetivo de conectar, de forma directa, la Ópera con el Palacio Real, lo que hoy en día es el museo del Louvre. De esta forma, en caso de emergencia, el emperador Napoleón III tenía la manera de escapar de la Ópera rápidamente y de poder refugiarse en un lugar seguro. Recordemos que previamente ya había sufrido un atentado cuando iba de camino a la ópera de la calle “Le Peletier”. Finalmente, esta avenida nunca tuvo este uso ya que el imperio de Napoleón III se terminó antes de la inauguración de la Ópera Garnier.
- La avenida de la Ópera tiene la peculiaridad de no tener árboles, a diferencia del resto de avenidas de París construidas en la misma época. Esto se debe a que Charles Garnier, el arquitecto de la Ópera, quería que su obra se pudiese admirar sin que nada interrumpiese la majestuosidad e inmensidad del edificio.
- La Ópera es 14 metros más alta que la catedral de Notre Dame.
- La Ópera cuenta con colmenas y hay abejas que producen miel que empezó a consumirse en el comedor de los trabajadores de la Ópera. Actualmente, en la propia tienda de la Ópera Garnier de París podrás comprar miel hecha allí mismo. ¡Un regalo bien curioso llevarte un tarro de miel made in París!
- En la Ópera trabajan cerca de 1.000 personas de forma permanente, sin contar a los bailarines, coreógrafos y técnicos que pasan por el teatro durante un tiempo concreto para determinadas actuaciones temporales.
- Con motivo de la Exposición Universal de París del año 1867, se inauguró una de las fachadas de la Ópera Garnier de París, a pesar de que en aquel momento el edificio todavía se encontraba en plena construcción.
